Basta de manipulación Bonsái

El arte del “bonsái” que literalmente en japonés significa: “la naturaleza en una bandeja” se inició hace más de 2.000 años y es una técnica para lograr que un árbol pueda vivir en un pote pequeño, en una maceta que pueda sostenerse con una mano, pero sin perder la apariencia de un árbol natural. Todo igual, su tronco, sus ramas, sus hojas, pero en pequeño.

Para lograrlo debes tomar la semilla del árbol que desees modificar, y plantarla en un pote pequeño. Esperas que brote y al tiempo, cuando ya el árbol sacó su primera ramita lo sacas de la maceta, lo tomas en tu mano, le recortas un poco las raíces y lo vuelves a plantar. Le das mucho alimento, y al tiempo nuevamente lo desentierras, le recortas las raíces y lo vuelves a poner en la maceta pequeña.

Sigues, durante el tiempo en que trascurre su crecimiento, cortándole las raíces a medida que crecen, y dándole mucha agua y alimento. Al final obtendrás un árbol “Bonsái”. Igual que los grandes, pero viviendo en una maceta en la mesa de noche de tu cuarto.

No es natural, Dios no quiso que los pájaros sean más grandes que los árboles, pero en todo el mundo hay “árboles reducidos” adornando las vitrinas.

Dios tampoco lo quiso así, pero en la ciudad de Éfeso había algunos cristianos “Bonsái”, que dejaron que sus raíces fuesen cortadas y que sus ramitas fueran podadas. Pero lo más grave es que comenzaron a sentirse cómodos viviendo en un pote pequeño, bien alimentados, aunque dentro de una bandeja.

Cristianos con raíces pequeñas, a los que el apóstol Pablo les dijo: Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas los mantendrán fuertes. (Efesios 3:17, NTV)

El árbol que fue plantado no puede elegir ni oponerse a ser desarraigado y amputado para no crecer, pero tú sí puedes elegir, y mantenerte firme en la tierra de la Palabra de Dios, confiando cada día en el Cristo que te salvó, para que tus raíces se afirmen en Dios y te conviertas en un cristiano maduro, sólido, establecido. Un seguidor de Cristo que puedas ser cobijo de otros, ayuda de quienes inician la aventura de la vida eterna en Jesús. Grande, fuerte, desarrollado en la naturaleza y alcanzando los objetivos que Dios estableció para ti.

No permitas que te encierren en macetas, que te limiten a potes y envases pequeños, y te alimenten con biberón por el resto de tus días. Deja de vivir de las palabras y argumentos humanos de mensajes motivadores que encuentras en YouTube un domingo cuando no fuiste a la iglesia.

Deja de reaccionar con “gritos de júbilo” incitados por los expertos de la “manipulación bonsái”. La reacción momentánea a la que quieren acostumbrarnos los maestros del arte de cortar raíces, pocas veces se trasforma en acción a largo plazo. Pocas veces se ve reflejada en una vida victoriosa en Cristo.

No dejes de congregarte en una iglesia donde se lea la Biblia y se predique a Cristo. No dejes de orar y buscar a Dios en el silencio de la noche, en tu habitación.

Hoy te propongo que confíes en Cristo cada día y ante cada situación, para que tus raíces se extiendan en Dios. Hoy te propongo, que decidas crecer alimentándote cada día de su Palabra.